jueves, 21 de septiembre de 2017

Electrificación II

En un artículo anterior dábamos cuenta del estado de electrificación de nuestro concejo a mediados del siglo pasado. Traemos hoy el ejemplo de un caso concreto: la electrificación de los pueblos de Rozadas y El Gumio.


(NOTA: AL hacer clic sobre las imágenes pueden verse a mayor  tamaño)
 
Caseta del transformador en 1959
Caseta del transformador en la actualidad



Rozadas, 1959

Rozadas en la actualidad
El proceso de electrificación era largo y complejo, pues en parte dependía del suministro de cobre para el tendido de las líneas.  El cobre era facilitado por el Ministerio de Industria a las Juntas Provinciales de Electrificación Rural, que lo repartían a los distintos Ayuntamientos. Era además un cobre "en bruto" que necesitaba ser transformado en hilos.
El 18 de marzo de 1956, en sesión plenaria, el Ayuntamiento de Boal establece que obras se incluirán en el Plan de Obras de Cooperación Provincial del bienio 1956-57, para el que recibía una primera anualidad de 167.565 pesetas (si, 1007 € al cambio). El Ayuntamiento se comprometía a satisfacer el 50% del coste de las obras, pero en el caso de las electrificaciones, el aporte es sólo para el hilo de cobre. Entre el conjunto de obras aprobadas se incluía la electrificación de Rozadas y El Gumio.
En ese mismo año, el 10 de julio, Electra del Esva presenta un presupuesto de 84.872,45 pesetas, de las que 32.000 corresponden al transformador y la caseta que lo aloja. Además no se incluyen ni los transportes del material a la obra, ni los postes para el cableado, que "deben ser aportados por los vecinos o quien corresponda". En el proyecto, de la misma fecha, se especifica que los postes serán de castaño, y se cifra la longitud de las líneas necesarias en 4000 metros. Daría servicio a 60 vecinos, que habrían de contribuir también económicamente.
En el croquis se observa que la linea parte de un transformador en Boal para, cruzando la sierra de Penouta, llegar a Rozadas, donde estaría situado el transformador. De allí una línea llegaría a El Gumio. Como puede deducirse de las fotos el transformador se situó entre ambos pueblos, entre dos tramos de la carretera que dibujan la curva existente antes de llegar a Rozadas desde El Gumio.


En ese mismo mes, el Ayuntamiento recaba ayuda económica a la concesión minera que ocupa la ladera norte de Penouta, por cuanto resultaría beneficiada por dicha línea, pero desconocemos la respuesta obtenida.
Durante todo 1957 el proyecto parece no avanzar, ya que la siguiente noticia es un escrito del Ayuntamiento a la empresa Electra del Esva del l 9 de mayo de 1958, apremiándola a que señale donde tienen que colocarse los postes que los vecinos ya tienen listos, y a que está próxima la concesión del cobre necesario; además de que podría perderse la subvención.
Dado que la línea tiene que cruzar la carretera provincial y montes consorciados, el Ayuntamiento solicita los correspondientes permisos a la Diputación y al Patrimonio Forestal del Estado, que no ponen trabas. En la solicitud a este organismo se señala que la línea partirá de las proximidades de San Luis, y no de Boal, como figura en el croquis original.
El 27 de octubre, la Junta Provincial de Electrificación Rural comunica al Ayuntamiento que le corresponde 2500 kg de cobre blíster, que debe ser transformado en cobre electrolítico, lo que hace que el peso se reduzca a 228,5 kg. (El cobre blíster es la denominación de las planchas de cobre obtenidas tras un primer tratamiento, normalmente en el propio lugar de extracción. Este cobre tiene que refinarse, aumentando su pureza y retirando impurezas, de ahí la mengua).
Durante los meses de abril y mayo de 1959 una serie de cartas nos indican que las obras deben estar concluidas (a excepción de la colocación del hilo de cobre), ya que Electra del Esva presenta una relación de los materiales empleados y el coste de los  mismos (85.369,45 pesetas). Los vecinos manifiestan su desacuerdo, ya que los materiales de la caseta y el transformador pasan de las 32.000 pesetas presupuestadas inicialmente a 47.110,37. La respuesta de la empresa parece satisfacer a los vecinos, que dan por bueno el coste.
El 18 de junio, la Sociedad Industrial Asturiana "Santa Bárbara", de Lugones da cuenta al Ayuntamiento de que una vez recibido el cobre, procederá a transformarlo en hilo de 3 y 3,5 mm. El 10 de julio, el Alcalde comunica a los vecinos que al día siguiente se pondrá en contacto con la fábrica para concretar cuando se podrá recoger el hilo de cobre y concluye la misma diciendo "Por lo tanto, creo que tendremos luz para La Caridad". El 7 de agosto se reciben, y se pesan, en el Ayuntamiento 26 rollos de cobre; un total de 1508 kg.
El precio final del cobre fue 102.825 pesetas. En parte, pagado por los vecinos (50.000 pesetas) en parte por el Ayuntamiento, que concedió, para el total de la obra, una subvención de 70.000 pesetas.
De lo que no queda constancia es si al final, el 31 de agosto, día de la fiesta de La Caridad, los vecinos de Rozadas y El Gumio tenían, por fin, luz eléctrica.