martes, 26 de marzo de 2024

ECCLESIA I

Iniciamos con esta entrada una serie de publicaciones relacionadas con nuestra iglesia parroquial. Ofrecemos en primer lugar imágenes de los recordatorios de tres consagraciones.






martes, 12 de marzo de 2024

CICLISMO

Si el lector se pregunta como fue la Vuelta Ciclista a Asturias de 1965 se encontrará que según la página oficial de la Vuelta a Asturias ese año la carrera no se disputo.  Otro tanto dice la Wikipedia. Pero la realidad es que si hubo una Vuelta a Asturias ese año, pero en ella no participaban profesionales, sino corredores aficionados.  Y ese año, esa carrera de aficionados, alguno de los cuales, como José Manuel Fuente "El Tarangu" escribiría grandes páginas de gloria, pasó por nuestro concejo.

Sirvan de muestra unas fotografías procedentes del archivo personal de Félix Bousoño, realizadas por el mismo, al paso de algunos corredores por Armal. Incluimos también una imagen de una de las hojas que se repartían a lo largo de la carretera para que el público identificase a los corredores. En una nota a mano, aparece la fecha del paso de la carrera.



Los dorsales 3 y 5 se corresponden con los corredores del equipo FERRYS José Florencio y Luis Balagué.






sábado, 13 de agosto de 2022

Hace mucho, mucho tiempo...

Hasta ahora habíamos recogido en este blog acontecimientos que afectaban a la vida de nuestro concejo en el pasado siglo XX. Pero revolviendo por las bibliotecas digitales a modo de ratón cibernético, nos hemos encontrado con una noticia que ya Acevedo y Huelves mencionaba en el capítulo de título "Milicias concejiles" de su conocida obra "Boal y su concejo":

"En 1837 los nacionales de Boal apresaron en San Cristobo, Villanueva de Oscos, al cabecilla San Breixo, conocido también como el Evangelista, porque era diácono, y conducido a Vega de Ribadeo fue fusilado junto al cementerio de Piantón, dando pruebas de un valor heroico".

Se confunde Acevedo en el año, por cuanto las noticias que hemos encontrado, fechan los hechos en setiembre de 1836. Pero bien se puede disculpar a nuestro ilustre vecino de ese pequeño error.

Dejamos aquí constancia gráfica de las fuentes donde localizamos la noticia.

Boletín Oficial de la Provincia de Oviedo, en su número 95 de 21 de diciembre de 1836.




 Periódico "El Castellano" en su número 124 del 28 de diciembre de 1836.

 


lunes, 26 de abril de 2021

Lunes de Feria IV

Terminamos nuestro recorrido por los lunes de feria en Boal con una última serie de fotografías procedente, como en las publicaciones anteriores, del archivo de Félix Bousoño. Y también como en el caso anterior podemos poner fecha aproximada a las fotografías, ya que el recipiente que las contiene está etiquetado como 1 de mayo - 20 de junio. Es pues inmediatamente posterior al que contiene las fotografías de la publicación precedente.

A pesar de ello podemos apreciar un cambio en la fachada del establecimiento de Casa Feliciano, cuya fachada se ve recién pintada y con un nuevo rótulo. En otra de las fotografías podemos ver que continúa uno de los carteles que anuncian las ferias, pero con síntomas de deterioro. Y en esta ocasión se nos muestra una parte de la feria inédita en las anteriores series: la zona de los cerdos, que se situaba en los alrededores del Estanco de Margarita.


 
 
 

Y nada mejor que terminar esta serie con los versos que el insigne poeta boalés Benjamin López dedicó a la feria de los lunes a la que describe magistralmente:

 

Feria de Boal

 ¡Que día de feria en Boal!
As señas sonvos pa ello.

Sube xente por Armal,
Pasan bois por El Caleño,
caballos por A Pileya,
Por Llaviada vein de Prelo
Y toman vino en San Luis
Os que vein de Carrugueiro.

A xente de Veiga d’Ouria
bebe na fonte en Barreiro
y xa chegaron a volta
dous camióis con seis cocheiros.

Como ua espiga de méiz
baxan na Granja os Piñeiros;
al pé da porta de Ignacio
tan os tratantes gallegos;
outros por el Caleyón
chegaron al Estalello,
que queren comprar ua xata
que ven na volta en Toledo.

Con vestidos de colores
suben as mozas correndo
que van pasearse na plaza
desde a Iglesia al lavadero.

Un hombre con un rozón
llevóulo al hojalatero;
outro vey sacar ua mola
que inda ye sigue dolendo,
lleva a queixada hinchada
amarrada c'ol pañuelo.

Evos importante  a feria
que cuadra el lunes llardeiro,
hay tanta xente na plaza
¡que parece un fornigueiro!

Charlatanes con paraguas
blusas negras os xateiros;
nun puesto venden nabía
de nabos como caldeiros;
hay un puesto de quincalla,
dous nenos con tres carneiros,
y paseando burras bravas
tan os tratantes burreiros
que saben de llimar dentes
y volver os blancos negros.

Despós de tanto barullo
hay xente que marcha xa;
outros preparan paquetes
que acabaron de comprar;
haylos que cinchan el burro
y que empezan a cargar.

Hay borrachos nas cantinas
que nun queren arrancar
y siempre toman a "espola"
que é a disculpa de quedar.

As muyeres fáinyes señas
desde fora del cristal
y siguen tendo da xata
que de frío repeluda tá.

El amo sigue bebendo
outra "espola" nada más,
engordóuye muito a llingua,
casi nun pode falar.

A muyer ta muy nerviosa
pos xa nun pode acougar,
que ve marchar os vecíos
y a noite veye chegar.

Xa pasóu el barrendero
con a manguera a regar;
algús comercios cerraron,
queren os cuartos contar
y cuéntanlos escondidos,
nun ye los vayan roubar,
que xa chegaron as letras
pa seguir quedando en paz.

¡Contas ilusiois pasaron!
¡Contas voces! ¡Conto afán!
¡Conta xente en fornigueiro,
que nun se podía ni andar!
D'estas quincenales ferias
vive el comercio de BOAL.

domingo, 11 de abril de 2021

Lunes de Feria III

Continuamos nuestra serie con imágenes de un lunes de feria en Boal. En esta ocasión podemos precisar un poco mas la fecha, por cuanto sabemos que las fotografías fueron tomadas entre el 4 de enero y el 1 de mayo de 1965.

Hay algunos detalles que nos gustaría destacar. Por ejemplo, el deterioro de las pinturas en el establecimiento "Casa Feliciano" respecto a la serie anterior y que ahora son apenas visibles. Nos llama también la atención los carteles que se pueden ver. Uno anuncia precisamente los lunes de ferias  en Boal bajo el reclamo "GRANDES FERIAS QUINCENALES". Aparece en un par de fotografías. Uno está pegado en la fachada de la casa consistorial, y a su lado está el otro. Un cartel de una serie de propaganda del régimen franquista que recordamos haber visto en nuestra infancia en los pasillos de las Escuelas Graduadas y que tenían por lema "25 años de paz"; efectivamente en 1964 se cumplían 25 años del final de la guerra civil. 

En las fotografías, con mucha mayor calidad que las de la entrada anterior, y tomadas a pie de calle, se reconoce perfectamente a muchas de las personas que en ellas aparecen.











 

martes, 6 de abril de 2021

Lunes de Feria II

Recogíamos en nuestra anterior entrada una noticia de prensa dando cuentas de la feria quincenal de El Gumio. Continuamos la serie de las ferias trasladándonos a Boal, a cuya feria hemos de volver al menos en un par de ocasiones mas.

Y lo hacemos con una serie de fotografías tomadas desde alguna ventana de la casa consistorial. Las fotos aparecen muy trepidadas, por lo que el detalle es escaso. Y no sabemos la fecha en que fueron tomadas, pero calculamos que finales de los años cincuenta o principios de los 60. Algunos detalles apuntan a ello. Por ejemplo, en el establecimiento "Casa Feliciano" pueden leerse bastante bien los rótulos, aunque en alguno no alcanzamos a entender que pone. En fotos fechadas en 1965, y que veremos en una próxima entrada, esos mismos rótulos aparecen muy deteriorados. Fijándose en alguna de las fotografías se puede ver una lámpara que cuelga en medio de la plaza o un fluorescente en alguna fachada. Posiblemente colocados cuando se renovó el alumbrado público, por lo que las fotografías serían posteriores a julio de 1958.

Sobre la feria en si, no parece haber sido un lunes de mucha concurrencia.

NOTA: Recordamos que pulsando sobre las fotografías pueden verse a mayor tamaño.








 

En próximas entradas nos acercaremos en el tiempo y veremos ferias del año 1965.

lunes, 22 de marzo de 2021

Lunes de Feria I

Iniciamos hoy una serie sobre los lunes de feria en el concejo de Boal. Estas ferias de ganado alternaban cada lunes entre Boal y El Gumio. Comenzamos trayendo aquí una crónica aparecida en el periódico La Nueva España el 14 de octubre de 1955, firmada por el redactor Eugenio de Rioja, enviado especial al concejo y que además de este artículo, publicaría otros cinco sobre nuestro concejo.

Transcribimos aquí la crónica original y publicamos dos imágenes. La primera es una composición de las dos páginas del periódico en las que aparecía la crónica. La segunda es una copia de la fotografía que aparece ilustrando el artículo y que procede del archivo de D. Félix Bousoño Martínez.




 
En una posada -a lo antiguo- con luz propia de un grupo electrógeno -a lo moderno- que hay en El Gumio a cinco kilometros de Boal discuten “por lo bajines” tres tratantes. Está decorada como todas, con sus mesas y bancos alargados, mesas de pino refregadas con lejía y esparto para que el vino y el agua de los vasos dejen un cerco rojo; para que el jamón que cae del plato sepa a cloruro de cal. Del techo penden ristra de cebollas, la mejor decoración para un restaurante de Piccadilly Circus que se llama Casa Pepe y que felicita las pascuas con unos tarjetones en que invariablemente el tema es un porrón y unas cebollas, las apreciadas “Spanish Onion”.
Nuestros tratantes apenas se alteran, como si estuvieran de relleno en una escena del mesón en el “Tenorio”. Comentando esto con un interlocutor amable, con el veterinario don Bernardo Martín Barrado de Bazán, me dice:
- No tardarán mucho en alborotarse; es un proceso que se repite a menudo.
- ¿Una tradición o un rito?
- Una mecánica más bien. Un producto de la psicología de estas gentes.
En efecto, poco después se alborota un poco aquella ocasional tertulia de los tratantes. Como si un director de escena les hubiese dado paso para dejar en segundo término los ruidos ambientales de la posada en esta hora de la caída de la tarde, cuando la feria termina.
Discuten nuestros hombres sobre el precio, un precio que nadie sabe más que ellos.
- Cien arriba -dice uno-; si no -añade-, nada…
- ¡Estás loco! -contesta otro- No los vale ¿Creíste que tiene un xato de oro?
Hay un tercero que es el de la concordia, el neutral, el mediador, el que pone una subida de solo cincuenta.
Fuerte, un puñetazo en la mesa. Uno de los tratantes increpa al tercero, que por lo que se ve, es tercero en discordia.
Añaden números, quitan cifras, discuten y, por fin, parece que llegan a un acuerdo. Vuelve entonces el casi silencio.
Hablan bajo y celebran el acontecimiento pidiendo unos platos de arroz con carne, unos platos con montañas de granos blancos y algún que otro tropiezo. En la cocina, esos días de feria preparan el arroz en cantidades masivas. Lo hacen bien, sabroso, suelto, como para darle una lección a tontos cocineros de oficio que preparan bazofia para los hospitales de nuestra Beneficencia utilizando materias primas de la mejor calidad.
Con el arroz se ha sellado un trato.
Nadie en el concejo, salvo los tres hombres de nuestro caso, sabría deciros en cuanto ha sido vendida la res. Me lo explica el veterinario:
- Es imposible, aun “estando en el ajo” desde el principio, saber cuál es la cantidad, el precio. El mero espectador solo se da cuenta de que suben y bajan números, de que hacen comentarios socarrones y de que si interesa la transacción a la postre, donde se cierra es en torno a un plato de arroz.
- Por eso hay tantos mesones en El Gumio -comento.
En efecto, El Gumio, lugar de Rozadas, a cinco kilómetros de Boal, es nada mas que eso: un ferial donde las reses están en terrazas naturales sobre la falda de un suave declive, como si se mostrarán en una exposición preparada. El visitante se da cuenta enseguida de la calidad y cantidad del ganado presentado como en estanterías por la configuración topográfica. El Gumio es -como digo- el ferial y seis o siete mesones mas una capillita que decoró Patriarca San José un chofer del que otro día les hablaré. Los mercados se celebran un lunes aquí y otro en la capital del Consejo, en la plaza del Ayuntamiento.
Cuando se celebran las ferias en Boal, las vacas tienen un carácter casi sagrado. Llenan la plaza principal, y las calles de la villa. ¡Hay del que quiera enmendarle la plana a la tradición! Sería una nota fuerte en este pueblo donde todo es paz y bucólica armonía. Los comerciantes defienden a toda costa la pervivencia de este mercado, aunque las vacas o los xatos entren en la tienda y pisen esas mercaderías que van de la puntilla al papel de lija, pongo por caso, en esos comercios en que hay de todo para que todo tenga el que nada quiera echar en falta a la hora de bajar al mercado los lunes.
Los lunes, habitualmente, en Boal o en el Gumio -un día en un sitio y otro en otro- entran en la feria unas 500 cabezas de ganado que tienen un precio de entre seis y siete mil pesetas cada una. Para Oviedo y Siero salen tres o cuatro camiones con 18 o 20 reses cada uno. Es ganado de carne que tiene aquí una cotización de 9 a 10 pesetas kilo, cotización que, aunque sea en vivo, nos da una idea de cómo sube la carne hasta llegar a las 50 Pts que ha de pagar el consumidor. Este ferial, que se celebra cada semana, es uno de los más importantes del occidente de Asturias. Vienen a comprar desde Cataluña y Bilbao y a vender y comprar viene de Fonsagrada, Mondoñedo, del Valle del Oro, de los Oscos, de Castropol, Vegadeo, Tapia, La Caridad y Navia. Algunos andan cinco horas para celebrar un “había arreglo” ante el plato de arroz con carne de la fonda o de la posada, según el lugar donde se haya celebrado el trato.
El censo ganadero del concejo en si no da idea de la importancia de estas ferias. Asciende a unas 4.200 reses, de las cuales 3.600 son de leche y trabajo. Hay alguna partida importante de caballar, del tipo asturcón. Pacen sueltos en las laderas de pelota o de garganta y forman corro cuando presienten algún peligro o se acerca un desconocido. Lo importante de los lunes de Boal y el Gumio son las entradas de vacuno procedentes de las localidades antes citadas y las salidas hacia la parte nororiental de la península.
Hay otras ferias en Boal con una periodicidad anual que tienen una mayor importancia. Coinciden con las fiestas de San Fernando y de San Pelayo y tienen también carácter de romería. Acuden entonces 2.500 cabezas -y algunas veces se han contado 3.000 - de vacuno y caballar.
En la romería se dan cita de tres a cuatro mil personas. Se festeja el santo en su ermita con misa y servicios religiosos y después se hacen compras en gran escala de aperos y víveres para suplir en invierno las dificultades de comunicación.. El paisaje en torno a la ermita de San Fernando es precioso, es como un mirador -según me dicen- desde el que se divisa el más maravilloso panorama que pueda ofrecer Asturias, tan variada y tan llena de panoramas maravillosos.
Y lo más curioso de todo es que el Ayuntamiento no percibe arbitrio alguno por las entradas y salidas de ganado en el ferial ni por las transacciones, aunque algún lunes una vaca se suba a las oficinas del Ayuntamiento a pedir un prado verde de los que circundan a Boal, en vez de llenar ese céntrico lugar del pueblo, centro comercial, que no vería mermados sus ingresos porque las vacas estuvieran en un recinto acondicionado. Pero no quisiéramos con esta sugerencia nuestra que una revolución alterase la tranquilidad envidiable de Boal, esa villa blanca, donde reverbera la luz de un modo singular, convirtiéndola en una ciudad que los días soleados más parece meridional que inserta en la luz suave, difuminada, filtrada de Asturias.
Boal presume justamente de sus ferias y de las del junio, un lugar con Mesones donde los tratantes tienen el arroz como una especie de escritura solemne de compra-venta.